En esa toma de contacto con la naturaleza, si el otoño es tiempo de ver a los ciervos con la berrea, las de invierno son unas fechas extraordinarias para disfrutar de las aves, especialmente en la laguna de Gallocanta y otras masas de agua que invitan a ciudadanos de todas las edades a conocer uno de los fenómenos naturales más sensacionales de los próximos meses: la migración de la grulla común.
Aunque los amantes de los animales no pueden perderse el parque faunístico La Maleza de Tramacastilla. Un proyecto emblemático de la Sierra de Albarracín que acoge 40 especies autóctonas en semilibertad como lobos, muflones, cabras montesas, jabalíes y otras que antiguamente poblaron los montes de la zona. Una finca de 23 hectáreas de pinar y peñascos de rodeno cuyo objetivo principal es la educación de la población en el respeto a los animales y que tiene mucho éxito entre los más pequeños de la casa.